Miremos la otra cara...

Si bien es sabido que el principal objetivo de la creación de los sindicatos es el de propender por el crecimiento empresarial y el beneficio en torno a toda la clase trabajadora, sabemos también que muchas veces se desvían de este objetivo y producen un final adverso.

De lo afirmado anteriormente se podrían mencionar  muchos casos como por ejemplo Colpuertos donde las exageradas prebendas a los empleados, es decir muchos privilegios de índole económico, aparte de los establecidos legalmente ocasionan un desbalance total en las finanzas de la compañía y por ende la lleva a la quiebra y cierre definitivo.

Otro  ejemplo palpable que ocurrió fue el de los ferrocarriles nacionales, en donde los empleados sindicalizados pretendían estar blindados por el fuero sindical, es decir que no podían ser despedidos y por eso hacían lo que deseaban, lo cual conllevó a que los objetivos de la empresa a nivel de ejecución e índice de cumplimiento fueran bajos, con los consabidos resultados nefastos para la compañía, afectaron directamente a los empleados.

Otro caso similar es el ocurrido con La Caja Agraria, que se dejó permear por los politiqueros de turno, que a su vez convirtieron ese banco en la caja menor de todos los caciques políticos.

En estos casos observamos cómo se "desangraron" estas empresas, donde los sindicatos no cumplieron de forma precisa las funciones, para las que fueron creados, contribuyendo a establecer una tabla de salvamiento para no permitir el debacle económica que conllevó a la quiebra y cierre definitivo de estas grandes empresas, las cuales generaron una gran cadena de desempleo.